El Ayuntamiento de Mijas ha publicado la lista de adjudicatarios del Viaje de Mayores 2025 a Matalascañas, según el Decreto nº 2025-6270, fechado el 10 de septiembre de 2025. Este año se adjudicaron 1.600 plazas, dejando a 412 personas en lista de espera.
El mecanismo de asignación fue un sorteo público, con cada solicitante identificado por número de expediente y listado publicado en la sede electrónica y en el Área de Mayores. Aunque el procedimiento fue transparente en términos formales, la situación deja muchas preguntas sobre la planificación y el alcance real del programa.
Varios vecinos y vecinas han expresado su descontento por quedarse fuera del viaje. La falta de iniciativa para ofrecer alternativas muestra un desajuste entre la transparencia administrativa y la responsabilidad social del Ayuntamiento hacia sus mayores.
No es la primera vez que surgen problemas. En 2024, el viaje a Granada fue anulado, y se dejaron sin efecto documentos contables por más de 435.955 €, según los registros oficiales. Esto evidencia que la administración tiene recursos y capacidad para ajustar procesos, pero que la gestión de los programas de mayores sigue siendo insuficiente frente a la demanda real.
Que un sorteo determine quién puede disfrutar de una actividad municipal para mayores no es suficiente. Es inaceptable que cientos de vecinos queden excluidos cuando se pueden administrar de manera efectiva los fondos disponibles y la logística podría ampliarse. La transparencia formal no sustituye la equidad ni la planificación efectiva.
El Ayuntamiento debería preguntarse: ¿realmente está priorizando la inclusión y el bienestar de sus mayores, o se limita a cumplir con los procedimientos mínimos para “cubrir la formalidad”? La experiencia de años anteriores demuestra que hay espacio para mejorar, innovar y garantizar que ningún mayor quede marginado por burocracia o falta de previsión.
El sorteo de Matalascañas cumple con la legalidad, pero no con la justicia social. La transparencia no puede ser excusa para la exclusión. Es hora de que el Ayuntamiento de Mijas deje de limitarse a publicar listas y trabaje de manera proactiva para que todos los mayores puedan disfrutar de los programas municipales que merecen.
La comunidad merece más que un sorteo: merece un Ayuntamiento que planifique, escuche y actúe con responsabilidad.
